Desde el Colegio de Enfermería de Huesca queremos expresar nuestra impotencia y desagrado que nos producen actos violentos como el acontecido hace dos días, contra una doctora y una enfermera en el Centro de Salud de Jaca.
Desde el Colegio de Enfermería de Huesca queremos expresar nuestra impotencia y desagrado que nos producen actos violentos como el acontecido hace dos días, contra una doctora y una enfermera en el Centro de Salud de Jaca.
Son situaciones absolutamente inaceptables y merecen nuestro más enérgico rechazo. Desde aquí, mostrar también nuestro apoyo a los compañeros que pasan por estas situaciones tan desagradables, siendo que su trabajo consiste precisamente en lo contrario, atender, ayudar, curar y cuidar.
Así mismo, os animamos a denunciar cualquier forma de amenaza o agresión con la que os podáis encontrar en el ejercicio de la profesión, ya que nuestro silencio solo perpetúa la impunidad y alienta a los agresores.
Debemos romper este ciclo, e instamos a las instituciones a garantizar la protección de quienes dedicamos nuestra vida a cuidar de los demás, como así lo hicieron tras la llamada desde el centro de Salud. Agradecer también su actuación.
Lamentablemente, situaciones como la ocurrida en Jaca no son aisladas, sino que reflejan una preocupante tendencia de deterioro en la convivencia. Los profesionales sanitarios no podemos ser el blanco de las frustraciones generadas por deficiencias en el sistema.
Es fundamental abordar estas problemáticas de raíz y trabajar en conjunto para promover un ambiente de respeto y seguridad en todos los ámbitos de la atención sanitaria.