El CGE denuncia en el 8M el lastre que supone el machismo para las enfermeras

En una nueva acción de visibilidad, amparada bajo el hashtag que se utiliza cada año: #Enfermeras8M, el Consejo General de Enfermería lanzará este miércoles, en redes sociales, una campaña con la que quieren dejar patente el lastre que supone el machismo para las enfermeras.

El Día Internacional de la Mujer coincide con el patrón de la profesión, San Juan de Dios. Por ello, un colectivo mayoritariamente femenino como la enfermería se rebela contra el machismo que miles de enfermeras experimentan a diario en su puesto de trabajo, por el mero hecho de ser mujeres. En una nueva acción de visibilidad, amparada bajo el hashtag que se utiliza cada año #Enfermeras8M, el Consejo General de Enfermería lanzará este miércoles, en redes sociales, una campaña con la que quieren dejar patente el lastre que supone el machismo para las enfermeras.

Como explica Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta I del Consejo General de Enfermería, “el 8 de marzo las enfermeras recordamos un doble hecho, por un lado nuestro patrón, San Juan de Dios, con el que celebramos la entrega por los demás, la ayuda y el valor de nuestros cuidados como profesión; pero al ser un colectivo con un 85% de mujeres, por nuestra condición también conmemoramos nuestra lucha por la participación social, por la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad, y por nuestro desarrollo interno como persona. Esta doble condición nos obliga a posicionarnos, no sólo sobre la actividad profesional sino también sobre nuestra condición social, porque hablar de enfermería es hablar de mujer”.

Educación en igualdad

“Nuestra profesión requiere una alta cualificación, una formación académica de cuatro años y dos de especialidad contando en estos momentos con un gran número de profesionales de enfermería con grados de máster y doctorado; una carrera universitaria que requiere una exigente nota de corte para acceder a ella; excelentes profesionales que cuentan con un gran prestigio en el ámbito internacional”, añade Raquel Rodríguez. Pese a ello, la presencia de enfermeras en la toma de las grandes decisiones sanitarias sigue siendo meramente testimonial, fruto del techo de cristal que todavía supone ser mujer en muchos ámbitos, algo que es preciso cambiar.

A ello se suma el perpetuo estereotipo sexual vinculado a la profesión que, aunque cada vez en menor medida, se sigue viendo en fiestas, tiendas de disfraces, en publicidad, en series, películas o en los medios de comunicación. Su condición de mujeres les asocia otros lastres que impiden también su avance profesional, como la invisibilidad, los problemas de conciliación de la vida laboral y familiar, o directamente el machismo de la sociedad en la que vivimos que, en muchas ocasiones, les lleva a resignarse ante la situación.

Campaña 8M 2023
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