El debate sobre la fuga de enfermeras españolas no es nuevo, pero cada año los datos confirman que el problema va en aumento. Según el Consejo General de Enfermería, en 2024 más de un millar de profesionales solicitaron el certificado de buena conducta —requisito indispensable para ejercer fuera de nuestras fronteras—, un 300% más que en 2021. Reino Unido, Francia y Noruega son algunos de los destinos preferidos por las enfermeras que buscan lo que España, de momento, sigue sin ofrecer: estabilidad, reconocimiento y conciliación.