COLEGIO OFICIAL DE ENFERMERÍA DE HUESCA .- El 15 de junio, se ha celebrado el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, una fecha para rechazar cualquier forma de maltrato hacia las personas mayores y recordar su derecho a vivir con dignidad, respeto y sin violencia. Este año, el foco está en el maltrato dentro de centros de atención a largo plazo, con especial atención a los datos y a la acción.
El maltrato hacia personas mayores implica cualquier acción o falta de acción que cause daño o sufrimiento dentro de una relación de confianza. Puede ser físico, emocional, económico, sexual o por negligencia. El tipo más frecuente es el psicológico (11,6%), seguido del económico (6,8%), la negligencia (4,2%), el físico (2,6%) y el sexual (0,9%).
Es un problema social y sanitario silenciado. Se estima que el 15% de los mayores sufre maltrato en el entorno familiar. En instituciones, la cifra es alarmante: el 64,2% del personal admite haber incurrido en algún tipo de maltrato. Para 2050, se prevé que haya 2.000 millones de personas mayores. Si las tasas se mantienen, habrá hasta 320 millones de víctimas.
El envejecimiento acelerado y la necesidad creciente de cuidados generan tensiones familiares y dependencia de servicios institucionales. Los nuevos modelos familiares, el aislamiento y la falta de apoyo agravan el riesgo. Solo se denuncia 1 de cada 24 casos, en parte por miedo a represalias o dependencia del agresor.
Factores de riesgo: dependencia física, discapacidad, deterioro cognitivo, aislamiento, falta de apoyo, escasos recursos, cuidadores sin preparación. Las agresiones suelen venir de hijos con problemas como desempleo, consumo de sustancias, antecedentes de violencia o sobrecarga.
El edadismo —ver a los mayores como una carga— favorece el maltrato y prácticas financieras abusivas. Las consecuencias son graves: lesiones, pérdida de autonomía, ansiedad, depresión y más riesgo de muerte prematura.
El maltrato es prevenible. Naciones Unidas ofrece estas recomendaciones: