La pandemia puso de manifiesto la importancia de las enfermeras, pero ahora parece que se ha olvidado su sacrificio. El 95% de los profesionales considera que su carga de trabajo es excesiva, y el 88,3% ha sufrido problemas psicológicos. Esta situación, unida a la falta de personal, está poniendo en riesgo la calidad asistencial y la salud de los pacientes. Es urgente que las administraciones tomen medidas para valorar y cuidar a quienes cuidan de nosotros.
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Un dato que genera gran preocupación es que el 56,1% de las enfermeras encuestadas considera que su situación laboral ha empeorado desde la pandemia. Esta percepción contrasta con el reconocimiento social que recibieron durante la crisis sanitaria y pone de manifiesto la necesidad de políticas públicas que garanticen mejores condiciones laborales para estos profesionales.
La sobrecarga laboral es un problema generalizado entre las enfermeras, quienes la califican con un promedio de 8,62 sobre 10. Sin embargo, los sectores sociosanitario y hospitalario son los que reportan los niveles más altos de estrés laboral, con puntuaciones de 8,91 y 8,81, respectivamente.
La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la importancia de cuidar a quienes cuidan de nosotros. Sin embargo, los datos del CGE revelan que la salud mental de las/os enfermeras/os está en peligro. Casi 9 de cada 10 profesionales reconocen sufrir problemas psicológicos como estrés, ansiedad e incluso depresión. Es urgente implementar medidas preventivas para evitar que esta situación se convierta en una crisis sanitaria silenciosa.
La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la importancia de la salud mental de los profesionales sanitarios. Sin embargo, los datos del CGE revelan que las enfermeras están pagando un alto precio por esta crisis. Un aumento del 23% en las bajas laborales por problemas psicológicos y un 60% de las profesionales que valoran dejar la profesión son cifras alarmantes que exigen una respuesta inmediata. Es necesario invertir en la salud mental de las enfermeras, no solo por un deber moral, sino también por el bien de todo el sistema sanitario.
La crisis en la enfermería va más allá de las condiciones laborales. Un 36,1% de las profesionales encuestadas no volvería a elegir esta carrera, lo que refleja una pérdida de ilusión y un desgaste emocional. Esta situación no solo perjudica a las enfermeras, sino que también tiene un impacto negativo en la calidad de la atención sanitaria. Es necesario recuperar la vocación de cuidar y valorar el trabajo de las enfermeras.
La encuesta pone de manifiesto la necesidad de una transformación profunda en la enfermería. El reconocimiento de la categoría A es un primer paso, pero es necesario abordar otros aspectos como el desarrollo profesional, la conciliación laboral y familiar, y la valoración de las especialidades. Las enfermeras demandan condiciones laborales dignas que les permitan ejercer su profesión con satisfacción y compromiso.