“Lo primero que una persona ve al nacer es una Enfermera Pediátrica y lo último, al morir, también es una Enfermera”. Con esta declaración sobre la importancia de la profesión Enfermera comenzaba Pedro Pérez la mesa redonda que ha abordado esta tarde los inicios del Colegio de Enfermería y donde Pérez ha ejercido el papel de moderador, resaltando que “un hecho que en su momento paso desapercibido” como fue la fundación del Colegio, “hoy lo celebramos”.
La mesa ha sido inicialmente dividida en tres grandes bloques expuestos por cada uno de los tres ponentes, que han participado en la misma. Así, la Licenciada en Humanidades Teresa Bernués ha contado como era la ciudad de Huesca en la que vivió ese primer colegiado en 1917. Una ciudad que se adaptó a la llegada del medio de transporte de la época, le ferrocarril, y que contaba con locales de ocio como el hotel “la Unión” o el café Dore, pasando, por supuesto, por el Casino y los dos teatros de la urbe.
Bernués ha recordado como, tras la epidemia de cólera de 1854, la Junta Local de Sanidad impulso medidas higienistas como la vigilancia de afectados, el alcantarillado, ubicar el cementerio fuera de la ciudad o la creación de diferentes establecimientos asistenciales, como la maternidad, el manicomio de Quicena o el Pabellón de los tuberculosos. También ha resaltado la llegada de agua potable o el nuevo matadero. Novedades, todas ellas, que cambiaron mucho la vida de los oscenses de principios del siglo XX.
Por su parte, la historiadora María José Calvo ha abordado la historia sanitaria de la ciudad a través de sus edificios. Calvo ha destacado el ya extinto Hospital de Nuestra Señora de la Esperanza, construido en el siglo XV y que fue derribado en 1975, tras cinco siglos de servicios. Este edificio estaba destinado a la atención de enfermos y a la acogida de peregrinos, con amplias salas con muchos enfermos y donde la ventilación era muy importante. Se trato de un hospital universitario ligado a las cátedras de medicina de la Universidad Sertoriana.
También ha hablado del Hospital Provincial, cuya construcción se aprueba en 1930 y que se inspiró en un urbanismo higienista, con amplios espacios sin humedad y con aire y naturaleza. Finalmente, no ha querido olvidarse de otros edificios como el Hospital de niños, la Clínica Bragado, la Clínica Cardus, el Hospital de San Lorenzo, la Clínica de la Inmaculada y el Hospital San Jorge.
Como colofón final, el Enfermero Raúl Expósito ha llevado a cabo una aproximación a los inicios del Colegio. Ha recordado que con anterioridad a la fundación del Colegio se dieron otros pasos, como la Cofradía de San Cosme, San Damián y San Lucas de Médicos, Boticarios y Cirujanos de Huesca.
Para Expósito, los Colegios surgieron como respuesta, en su momento de un fuerte intrusismo profesional, ante un panorama que incluía hasta 13 profesiones sanitarias, además de a las malas condiciones económicas y la falta de reconocimiento social. Expósito ha hecho hincapié en que lo que hoy es la Enfermería incluía en su momento tres profesiones: practicantes, matronas y enfermeras, con sus respectivos colegios.
El primero en constituirse y cuyo centenario celebramos este 2017 fue el de Practicantes, tras lo que se creó en 1930 el de Matronas y finalmente, en los años cuarenta, el de Enfermeras, que más tarde se aunarían.
Expósito ha querido resaltar la figura de Pascual Naya, baluarte de la Enfermería oscense y que gracias a su aportación se consagro a San Juan de Dios como patrón de la Enfermería española.
PRÓXIMOS ACTOS
El jueves que viene tendrá lugar la segunda mesa redonda del ciclo del Centenario del Colegio de Enfermería bajo el título “Del A.T.S. al Grado en Enfermería (1951-2014)”.