Entrevista a Carmen Vilarrubí Rovira, estudiante de Enfermería de la Escuela Universitaria de Enfermería de Huesca nos explica cómo ve ella el grado de Enfermería y su experiencia haciendo prácticas en zonas rurales de la provincia de Huesca.
El deseo de mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan enfermedades o dificultades, brindando apoyo en momentos complejos y promoviendo la salud y el bienestar.
Es apasionante, aunque implica enfrentar situaciones tristes. La satisfacción de ayudar y consolar a los pacientes compensa los desafíos.
Las dificultades emocionales que a veces tenemos que enfrentar y cómo las enfermeras tutoras y profesoras de la Universidad nos enseñan a encontrar satisfacción en ayudar.
Me ha permitido conocer de cerca la realidad de la enfermería rural, una experiencia muy gratificante que ha reforzado mi deseo de dedicarme a esta profesión.
¡Muchísimas! desde la realización de técnicas de enfermería básicas, como sondaje y extracciones, hasta el manejo de casos más complejos, como el seguimiento de pacientes crónicos y la gestión de heridas crónicas.
También he tenido la oportunidad de conocer de cerca la organización y funcionamiento de un centro de salud rural.
Una de las principales diferencias es la atención más individualizada. En el ámbito rural, las enfermeras pueden dedicar más tiempo a cada paciente, generando una relación de confianza y cercanía, lo que permite un cuidado más integral.
La verdad es que sí, por afinidad personal, ya que mis familiares y amigos viven en zonas rurales de la provincia de Huesca.
Antes de decidirse por enfermería, es fundamental preguntarse si te gusta ayudar a los demás, ya que requiere vocación y empatía.
Informarse sobre el plan de estudios y hablar con profesionales del sector es clave.
Estudiar enfermería es una gran responsabilidad, pero también una experiencia muy gratificante.
Creo que la empatía, la comunicación y ser pacientes son fundamentales para conectar con las personas y motivarlas a adoptar hábitos saludables.
Invito a todos a explorar en profundidad la labor de la enfermería, escuchando los testimonios de profesionales y pacientes.
Acompañar a las personas en todas las etapas de su vida, en momentos buenos y difíciles, es una tarea de enorme importancia que merece reconocimiento y deja una gran enseñanza sobre la esperanza en la humanidad.
Quiero cerrar esta entrevista con una frase que me marcó, dicha por una profesora: “La enfermería es la profesión más bonita del mundo porque el cuidar está en todas las personas; hacerlo de forma profesional es un privilegio tanto para quien lo brinda como para quien lo recibe.”