El Colegio de Enfermería de Huesca quiere mostrar su compromiso con la igualdad y la lucha por los derechos de las mujeres, hoy 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, coincidiendo, además, con el Día de San Juan de Dios, Patrón de la Enfermería.
Esta Institución colegial está fuertemente comprometida con esta causa, como muestran las jornadas contra la Violencia de Género recientemente programadas por este Colegio, o la composición de la Junta de Gobierno: 7 mujeres y 3 hombres, una proporción bastante cercana a la realidad de la profesión.
Cabe recordar que la Enfermería, ejercida mayoritariamente por mujeres, es una profesión en la que tradicionalmente se ha luchado por la igualdad, aunque tristemente persistan todavía elementos que combatir, como son los estereotipos machistas sobre las enfermeras o la conciliación de estas profesionales.
Asimismo, para mostrar su compromiso con las mujeres, el Colegio de Enfermería de Huesca, al igual que realizarán otros órganos de la Organización Colegial de Enfermería, cambiará hoy el color azul de su logo por morado
MUJERES PIONERAS
Por su parte, desde el Consejo General de Enfermería se recuerda que mujeres como Florence Nightingale, conocida como la madre de la Enfermería, sentaron las bases de su profesionalización y, en concreto, esta enfermera británica destacó por su importante contribución durante la guerra de Crimea, ayudando a la reforma de las condiciones sanitarias en los hospitales militares. También resalta el papel de la española Isabel Zendal, la primera enfermera de salud pública en misión internacional y la única mujer a bordo de la mítica expedición de Balmis para llevar a América la vacuna contra la viruela; o las damas de la Cruz Roja, el grupo de enfermeras que la Reina Victoria Eugenia de Battenberg envió a Melilla para ayudar a los afectados por la derrota del ejército español en el Rif (Marruecos), conocida como el desastre de Annual.
“La historia de estas mujeres heroínas pone de manifiesto que las mujeres tienen un papel imprescindible en la historia y que la Enfermería ha contribuido desde hace siglos y de forma indispensable a la mejora continua del sistema sanitario y al reconocimiento de la salud de las personas como un derecho fundamental”, expone en una nota de prensa Pilar Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería, doctora por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Enfermería del Trabajo.
Como colectivo mayoritariamente femenino, ya que un 85% de sus profesionales son mujeres, la enfermería también quiere recordar que -del mismo modo que la profesión ha luchado por ser reconocida dentro del sistema sanitario-, las mujeres no deben de cesar en su lucha por conseguir unos derechos laborales igualitarios con los hombres. “Aunque queda aún mucho camino por recorrer, el punto en el que se encontraba la profesión hace pocas décadas no tiene nada que ver con su reconocimiento actualmente en el sistema sanitario y la sociedad, es el ejemplo de que las mujeres pueden luchar por sus derechos”, explica Pilar Fernández.
ESTEREOTIPOS MACHISTAS
Desde la Consejo General de Enfermería manifiestan que hay que educar a la sociedad en general y a los pacientes en particular desde pequeños porque todavía hoy las enfermeras se enfrentan a comentarios machistas o referencias a su persona como “nena”, “niña”, “guapa” o “señorita”. Habría que recordarles que el trabajo de la enfermería consiste en cuidar y curar al paciente, no en escuchar “impertinencias” de pacientes maleducados que las considera “sus sirvientas”. “Nuestra profesión requiere una alta cualificación, una formación académica de cuatro años y dos de especialidad contando en estos momentos con un gran número de profesionales enfermeros con grados de máster y doctorado; una carrera universitaria que requiere una exigente nota de corte para acceder a ella; y unos profesionales que gozan de un gran prestigio en el ámbito internacional”, añade Pilar Fernández.
Existen muchos estereotipos en la sociedad que desembocan en campañas en las que la imagen de la enfermería es degradada. Un claro ejemplo reciente de ello es la retransmisión del programa navideño Telepasión de TVE en el que aparecían enfermeras sin apenas ropa mientras los bailarines ataviados como médicos se mostraban con un uniforme acorde a la realidad de su trabajo en un hospital o centro de salud. O el disfraz de enfermera que vendían en una gran superficie con faldita, dos corazones rojos en el pecho y cofia. Una imagen que se aleja totalmente del uniforme de la enfermería en la actualidad y que es necesario erradicar para siempre.